Después de haber pasado una ola de frío inimaginable en la Comunidad Valenciana, con zonas que nunca pensábamos que llegarían a cubrirse de nieve, Como Torrevieja o Denia, seguro que muchos se han hecho esta pregunta sobre su coche. Y la respuesta a si la calefacción del vehículo gasta gasolina es:

Sí… y no

Vamos a explicarlo mejor: el impacto del uso de la calefacción en el consumo de carburante es mínimo, por lo que es apenas imperceptible para el bolsillo del conductor a la hora de llenar el depósito.

La respuesta correcta, por tanto, sería: gasta, pero tan poco que ni se notas.

Que mucha gente piense lo contrario se debe a que es uno más de los mitos sobre la gasolina que circulan en Internet.

¿Por qué la calefacción del coche apenas gasta gasolina?

El sistema de calefacción de un vehículo tiene un funcionamiento muy particular. Lo que hace es aprovechar el calor (la energía térmica)  que desprende el motor mientras está funcionando.

El aire que llega al interior del habitáculo a través de los conductos de ventilación se calienta, precisamente, por las altas temperaturas que se alcanzan mientras el motor

Lo único que gasta combustible es el ventilador, pero porque funciona con la energía de la batería que, a su vez, se alimenta del alternador (que sí consume carburante, pero en cantidades mínimas).

Entonces si la calefacción no gasta combustible, el aire acondicionado tampoco

Esta afirmación habría que matizarla: el aire acondicionado (ese aire que sienta tan bien en épocas de mucho calor),  se consigue con un proceso de enfriamiento mediante el uso de un compresor que va unido al motor. En este caso, por tanto, sí consume más combustible (en una horquilla de entre un 6 y un 20 %)  si lo comparamos con la calefacción.

Sistema de calefacción del coche

Como usar con eficiencia la calefacción

Si quieres que tu coche se mantenga caliente y confortable en épocas de frío, no pienses en si el sistema de calefacción gasta más o menos gasolina. Lo importante es usarlo con cabeza. Para eso es mejor que te apuntes algunos de estos consejos:

  • Orienta la calefacción a los pies. El aire caliente tiene tendencia a ascender, por lo que si empieza a caldear por debajo después es más fácil que se extienda por todo el habitáculo.
  • No enciendas la calefacción nada más entrar en el coche. Cuando el motor está en reposo, al encenderse tarda un poco en alcanzar la temperatura óptima para que el aire se caliente. Si enciendes el sistema nada más subirte al coche, solo lograrás que entre la corriente fría del exterior. Es mejor que te esperes unos minutos.
  • Encender la calefacción todo el año. Aunque no es algo muy sugerente en verano, es conveniente que funcione con regularidad. Así se evita que se estropee la válvula de paso del líquido refrigerante.
  • Comprobar que las mangueras que llevan el líquido al radiador funcionen correctamente. Esto puede hacerlo el mecánico con una comprobación visual durante una revisión rutinaria. No recomendamos, eso sí, que lo hagas tú mismo para ahorrarte el coste de la revisión.

En resumen, es verdad que el sistema de calefacción del coche gasta muy poca gasolina. Pero eso no significa que no podamos usarlo con un mínimo de eficiencia para que nos de buenos resultados cuando tenemos frío, igual que hacemos con la calefacción en casa (que también puede funcionar con gasoil, por cierto).

Si algo sabemos en Petro Alacant es que el correcto mantenimiento de un vehículo muchas veces pasa por seguir consejos tan sencillos como los que acabamos de darte. Solo tienes que seguirlos y notarás a medio y largo plazo los resultados.